Una obrera en la industria textil

18 Jun

Durante la primera mitad del siglo XX los obreros textiles en el Perú constituían una élite entre los trabajadores y estaban a la vanguardia en la defensa de sus intereses sectoriales. A pesar que padecían muchas necesidades, se distinguían de los demàs por su mayor cohesión social, su relativa estabilidad laboral y una fuerte tradición de acción colectiva 1/.

Las mujeres textiles eran discriminadas, sus salarios eran menores, las despedían arbitrariamente por embarazarse y no contaban con beneficios de maternidad. Sin embargo, este trabajo a gran escala le daba mayores oportunidades respecto a otras ocupaciones tradicionalmente femeninas, como la cocina, el planchado, el lavado o el servicio doméstico.

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María Teresa Urbina Nuñez

María Teresa Urbina Nuñez fue una obrera en la industria textil.  Nacida un 28 de enero de 1911, su padre fue un importante militante aprista, Neptalí Urbina, que cobijó varias veces en su casa de Breña  al máximo lider de esa agrupación, Víctor Raúl Haya De La Torre.

María Teresa trabajó en la empresa Manufactura de Tejidos de Lana del Pacífico 2/ donde conoce a Irma Romero Zegarra, que sería su mejor amiga y madrina de su primera hija. Trabajar en la industria, le permitió acceder a los programas para vivienda que se gestionaban con la construcción de barrios obreros, obteniendo el lote o departamento número 1 en el naciente barrio obrero «Caquetá», donde viviría al lado de su esposo Víctor Oswaldo Altamirano Caballero y sus cinco hijos: Rosalba, Teresa, Celinda, Alfredo y Neptalí. Este último murió a los pocos meses de nacido y ella quedó muy enferma, siendo víctima de cáncer al cuello uterino.

María Teresa Urbina Nuñez

María Teresa Urbina Nuñez, su esposo Víctor Oswaldo Altamirano Caballero y su primogénita Rosalba. (Fotografía proporcionada por Teresa Altamirano Urbina)

Ante la visión realista de su futuro, es abatida por el sufrimiento físico y moral, ansiedad, angustia y desesperación por el porvenir de sus hijos. ¡Cuánta falta le hace su mamita Rosalba! Ella había fallecido ocho años antes, sin conocer a sus nietos.

Conversaciones, promesas recibidas le dan la tranquilidad que necesita para partir. Su esposo, abuela y amiga del alma prometen velar por ellos. Estando ella todavía con vida, Irma Romero cumple su papel de madrina, acoge a su ahijada en la casa de sus padres, la matricula en el colegio y lo más importante, recibe el cariño del hogar. María Teresa está más que agradecida con ella.

El Hospital Arzobispo Loayza fue uno de los pioneros en la radioterapia, instalando uno de los más modernos equipos en uno de sus pabellones.  Así, María Teresa Urbina recibe la terapia intracavitaria, de cervix uterino a través de radiaciones. Llama la atención que el tratamiento en ese entonces con estos equipos duraban de 15 a 20 minutos por paciente mientras que ahora sólo es de 2 a 5 minutos con la terapia de megavoltaje.

«Las enfermeras corrian para no ser alcanzadas por la radiación«, contaba su abuela Leonidas, quien la acompañó a varias de estas sesiones. Un día, se olvidaron de cortar la radiación y María Teresa estuvo expuesta por un tiempo superior al límite establecido, siendo literalmente «quemada» por los rayos. Esta situación provocó su estado de gravedad y por ello murió en dicho hospital el 21 de octubre de 1941, a los 30 años de edad.

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Partida de defunción de María Teresa Urbina Nuñez

Triste final por negligencia, con duras consecuencias para la familia, ya que significó la pérdida de la casa y la destrucción del hogar al ser los hijos obligados a separarse. Todo esto en un ambiente cargado de acontecimientos desestabilizantes, la lenta recuperación frente al terremoto de 1940, la segunda guerra mundial y la guerra con el Ecuador.

Hoy rindo homenaje a María Teresa, mi abuela materna, que luchó incansablemente por darle un mejor futuro a su familia.  Sus lágrimas presagiando su deceso, son recordadas con mucho dolor por mi madre, así como todo el amor y dulzura que le prodigó. A sus escasos 6 años de edad heredó el temple, la fuerza y sobre todo le fueron inculcados valores, que son ahora el ejemplo para nosotros, sus hijos.

Lima, 18 de junio de 2014

1/ Cynthia Sanborn. «Los obreros textiles de Lima: redes sociales y organización laboral, 1900-1930» Mundos Interiores 1850-1950 Universidad del Pacífico.

2/ Manufactura de Tejidos de Lana del Pacífico Sociedad Anónima Limitada, fue establecida en el año 1918, sus dueños y gerentes eran empresarios de origen italiano y suizo.  La fábrica se ubicaba en la Avenida Colonial 1108 (ahora Avenida Oscar R. Benavides)  y contaba con almacenes en la calle de Mercaderes 416.  Fabricaba casimires, frazadas, pañolones, madejas de lana y ovillos de lana, entre otros. Actualmente (2014) en ese lugar se encuentra la Corporación Lindley que embotella las bebidas gaseosas Inca Kola y Coca Cola.

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19 respuestas to “Una obrera en la industria textil”

  1. Pipo 20/06/2014 a 20:25 #

    Un gran homanaje a nuestra abuela, no tuvimos la suerte de conocerla, pero sus hijas e hijo heredaron ese temple y esa preocupación por sus hijos, un gran beso para ella… Pipo

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    • Autor 21/06/2014 a 10:24 #

      Gracias por comentar primo, concuerdo contigo: todos sus hijos fueron personas de bien y muy responsables con los suyos.

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  2. Gino Rojas 22/06/2014 a 18:58 #

    Hubiera sido muy lindo haberla conocido y compartido grandes momentos de nuestra ñiñez a su lado. Un lindo recuerdo de nuestra querida abuela primo. Un abrazo.

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    • Autor 23/06/2014 a 8:39 #

      Gracias Gino. De hecho fue una persona de bien que murió demasiado joven e intentó siempre proteger a su familia.. También me hubiera gustado conocerla como abuela. Un abrazo.

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  3. Leandro Altamirano 22/06/2014 a 20:48 #

    Muy triste lo q le sucedio a nuestra Abuela,pero tenia q pasar esto para q sus Hijas y Hijo en el futuro pudieran dar nacimiento a Los Abad Altamirano, Rojas Altamirano y Altamirano Zavala.

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    • Autor 23/06/2014 a 8:42 #

      Fue triste de hecho y muy doloroso para sus hijos. No me cabe duda que otro hubiera sido el destino de ellos si no hubiera ocurrido esta tragedia.

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  4. Rafael Castañeda 22/06/2014 a 21:01 #

    Una mujer proletaria es la imagen que toda mujer debe seguir, la explotación capitalista aceleró dicho final.

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    • Autor 23/06/2014 a 8:59 #

      Teorías económicas que nos entregan todo un lèxico: proletariado, plusvalía, burgués, materialismo dialectico, lucha de clases y más recientes, como neoliberalismo, capitalismo salvaje, etc, en contraposición con, economía de mercado, mano invisible, economía abierta, desregulación, privatización, etc. sostienen sistemas económicos que no permiten hasta ahora, llegar al bienestar general. Es otro tema.

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  5. Maruja Altamirano Zavala 24/06/2014 a 17:49 #

    Muy conmovedora la historia de mi abuela, como me hubiera gustado evitar tanta tristeza pero es un imposible aunque todos sus hijos son el reflejo de amor, bondad y responsabilidad, supieron salir adelante y formar familias de bien, hoy mas que nunca comprendo el gran amor de mi padre hacia mi abuela a pesar que lo dejo muy pequeno por su tan temprana partida, gracias primo por compartir este recuerdo con nosotros no te imaginas cuanto significado tiene para mi.

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    • Autor 24/06/2014 a 18:06 #

      Maruja, que lindo comentario. Y sí me da mucha tristeza la situación que vivieron nuestros padres con su partida. Mi tio Alfredo sufrió mucho porque no disfrutó casi nada del calor maternal y lo alejaron de sus hermanas, tras su muerte. Mi madre la pasó mal también, su bisabuela se la llevó de la casa de Irma (su madrina) donde sí la querían, perdió el colegio y estuvo en diferentes sitios ayudando en quehaceres domésticos, alejada completamente de los suyos, pasando humillaciones. En fin, son historias dolorosas, pero que nos enseñan a valorar todo ese esfuerzo, entrega total por dar lo mejor por sus hijos, para que no sufran lo que les tocó vivir.

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  6. Yimoncar 02/07/2014 a 1:15 #

    A pesar de todo que bonito homenaje…»valorar» el hoy por el ayer.

    A veces asombra los cruces que tienen algunos caminos. Una mujer decidida a todo por sus hijos…someterse a ese tratamiento en aquellos tiempos poco practicado y enfrentar todo aquello es de tener temple…pero que no se hace por los hijos.

    Que pena que haya partido tan joven, era guapa 🙂

    Por cierto aunque no disfrutaron ya los nietos de la abuelita…las narraciones de los padres lo compensa….me gustaría saber más y también tener fotos como estas de mis abuelos.

    Saludos.

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    • Autor 02/07/2014 a 13:51 #

      Muchas gracias por tu comentario. En efecto, fue una mujer guapa, con mucha fuerza de voluntad y sobretodo tenía buen humor a pesar de las vicisitudes que le tocó vivir. Gracias de nuevo.

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  7. Mercedes 08/08/2014 a 13:18 #

    Es muy conmovedora la historia de tu abuela, detallas a una gran mujer, trabajadora, decidida y luchadora ya que demostró hasta el final luchar por su vida y a causa de una negligencia medica tuvo que dejar de existir, este problema también es frecuente hoy en día.
    Tu abuela es un ejemplo a seguir se fue con la tristeza profunda de dejar a sus hijos pero estoy segura que siguieron su ejemplo, de ser como era ella y seguramente sus nietos ahora la siguen valorando por ello.
    Te felicito por compartir esta historia.

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    • Autor 08/08/2014 a 14:26 #

      Gracias Mercedes, es verdad, los errores de los doctores y enfermeras causan un gran daño, no solo al paciente sino a toda la familia. Y hasta ahora hay muchas personas que solo les importa el dinero y no les interesa cumplir su misión de sanidad.

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  8. jesús 12/08/2014 a 10:24 #

    Muy interesante conocer estas anécdotas. La antigua lima y su gente era muy unida y eso ahora poco se ve.
    Lo que le sucedió a tu abuela definitivamente fue una negligencia, pero saqemos el beneficio que hizo tu abuela de luchar hasta las últimas y no rendirse.

    Y agradecerte por lo mencionado de mi abuela también.

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    • Autor 12/08/2014 a 11:30 #

      Jesús, es un gran gusto encontrar tu comentario. Tu abuela Irma Romero, fue una muy buena persona. Siempre visitó a mi madre (su ahijada) y nos deleitaba con sus historias familiares y de la vecindad del Jr. Angaraes, relatadas con verdadera maestría, con su estilo limeñísimo, a lo Ricardo Palma. Hasta hoy la echo de menos, es una pena que se haya ido.

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  9. Ynés Peña Bozzo 29/12/2014 a 12:32 #

    Estas son historias dolorosas, que nos trasladan a esa época, posterior al terremoto del ’40 en Lima y callao. Nadie puede ser indiferente a la historia de esta madre y esposa que llegó a concebir 5 hijos, trabajó en la industria textil y lamentablemente tuvo un episodio de cáncer de cuello uterino, flagelo que aún no se puede vencer. Vale recordarla, rendirla un homenaje y saber que Dios la debe tener entre sus santos y elegidos, que sus lagrima y plegarias no han sido en vano. Ojalá muchos nos animemos a contar las increíbles historias de nuestros predecesores, como lo hizo el Autor.

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    • Autor 29/12/2014 a 14:55 #

      Ynés Peña, estoy muy agradecido con tus palabras y lo que dices es cierto, desde aquella fecha han pasado 3/4 de siglo y el cáncer sigue golpeándonos de la manera más cruel. No me cabe duda que está en el cielo y desde allí sigue protegiendo a sus hijos. Gracias de nuevo por tu comentario.

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  1. La madrina | Escape - 29/08/2014

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